¿Sabías que sólo una de cada 100 personas presentan intolerancia genética al gluten (celiaquía)?… Sin embargo hay muchas personas con sensibilidad al gluten y lo peor, ¡aun no lo saben!
¿Qué es el gluten?
Vamos a comenzar por platicar qué es el gluten, porque últimamente venden hasta “pollo orgánico gluten free” (What??!!!).
“El gluten es una proteína presente en diferentes alimentos, como el trigo, el centeno, la cebada y en general es lo que le da la apariencia esponjosita a la masa del pan por ejemplo” (así que obvio el pollo no tiene gluten por si te quedaba la duda, tampoco el maíz, así que no les creas a esas cajas de cereal llenos de azúcar promocionados como “Gluten free”).
¿Por qué se presenta la sensibilidad al gluten?
Nuestro sistema digestivo se ha ido deteriorando gracias a las enormes cantidades de azúcar que contienen los alimentos altamente procesados, al exceso de estrés y a que no masticamos nuestros alimentos lo suficiente.
Le damos en la torre a nuestras pobres pancitas y luego queremos que estas procesen los alimentos de forma correcta (si, yo antes también decía que mi estómago era de licuadora, pero todo por servir se acaba si no lo cuidamos bien, así que deja de presumir que puedes comer hasta piedras y enfócate a restaurar tu flora intestinal).
Además de tener problemas con nuestro sistema digestivo, debo decir que el trigo no coopera, ya que en general los cereales “envenenan” un poco sus semillas para asegurar su supervivencia (por eso remojamos los granos como el arroz o los frijoles, para eliminar el ácido fítico que es el que nos provoca gases).
Entonces, te recomiendo que hagas un pacto de no agresión con el Sr gluten y de común acuerdo tengas en cuenta que comerse un par de granos de trigo en general es tolerable para ambos lados, pero si comes demasiado pan, el gluten inhibe una importante enzima digestiva y aquí es donde vienen los problemas y las sensibilidades.
Los síntomas más comunes
Debes estar atenta si al consumir un alimento con gluten comienzas a presentar los siguientes síntomas:
- Dolor en el abdomen.
- Gases frecuentes junto con hinchazón.
- Cada vez que comes algo te provoca diarrea.
- Te sientes cansada.
- Comienzas a perder peso.
- Aparición de anemia.
- Sientes cambios en tu comportamiento.
Si estos se hacen frecuentes lo mejor es que vayas con un especialista para detectar tu intolerancia al gluten y puedas comenzar a tratarla.
Experimenta sin gluten
Experimenta sin gluten un tiempo y descubre si eres sensible. Al dejarlo puedes sentir menos problemas digestivos, gases, dolores de cabeza o articulares. Incluso hay quienes pueden concentrarse mejor y sienten menos cansancio.
Entonces, ¿si soy sensible al gluten debo dejar de comer pan de por vida? Pues no necesariamente.
“Si llevas una alimentación saludable y tienes una buena digestión, una rebanada de pan y un sándwich de vez en cuando no se le niega a nadie”.
Esa frase significa:
- Tu alimentación es saludable al menos en un 80%.
- Que procuras a tu sistema digestivo.
- Que consumes frutas y verduras suficientes.
Mi consejo
Consiéntete de vez en cuando con un sándwich, pero elige pan de calidad y sin ingredientes procesados que además tienen demasiada azúcar añadida (checa el análisis del “Poder del consumidor” al Pan del Osito Feliz “Integral”).
Yo compro pan de vez en cuando, y déjame decirte que si no has probado un pan de granos germinados o mínimo el Ezequiel no haz vivido… La textura y el sabor ¡son abismales!
Si no eres intolerante al gluten, tampoco es necesario irte hasta el otro extremo y abusar de las harinas gluten free, la clave siempre está en llevar un equilibrio, hay que poner especial cuidado también en el pan sin gluten:
- El sorgo muy usado en postrecitos gluten free puede ser extremadamente difícil de digerir.
- El almidón de tapioca y la harina de almendra en grandes cantidades (tipo que diario comes pan sin gluten) pueden causarte problemas con la tiroides por ejemplo.
- La goma Xantana usada también en este tipo de panes puede llegar a causar molestias gastrointestinales, problemas pulmonares y desequilibrios de azúcar en sangre.
Lo ideal es aprender a conocer lo que le va bien a tu cuerpo, recuerda que lo que para unos es comida para otros es veneno.
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