Por qué regresas a ese peso

El cuerpo está programado o tiene una predisposición a tener cierto peso corporal más o menos fijo; incluso aunque tengas sobrepeso el cuerpo te mantiene en cierto rango y este es el llamado “Punto fijo” o “Set Point”, por ello el por qué regresas a ese peso.

El famoso y despreciado punto fijo

Si en algún momento quieres comenzar a bajar de peso, el cuerpo comienza a sentirse amenazado y despliega ciertos mecanismos de defensa que afectan directamente a nuestro metabolismo. Nuestro cuerpo entra en pánico, algo así:

Hay ciertas pautas que se deben seguir para mover ese punto fijo y lograr la termogénesis adaptativa; esto es que el cuerpo comience a quemar grasa sin pensar que lo tenemos muriendo de hambre.

No todo está tan perfectamente calculado, pues nuestro punto fijo no todo el tiempo es un peso saludable, sobre todo si durante mucho tiempo hemos padecido obesidad o sobrepeso.

No sólo las personas con sobrepeso regresan al punto fijo

Realmente debo decir que tanto en el sobrepeso u obesidad, como en situaciones de extrema delgadez, o personas que son consideradas “dietistas crónicas” porque se la viven a lechuga; son los dos extremos en los que el cuerpo hace de todo por regresarlos a su punto fijo, y eso incluye afectar los niveles de leptina y de ghrelina (hormonas que regulan el hambre y la saciedad).

¿Qué podemos hacer?

Para evitar regresar al temido punto fijo te doy los siguientes consejos, con ellos puedes controlar mucho mejor la situación y no desmotivarte en el camino:

1. Evita las dietas restrictivas.
2. Comer mal y movernos poco afecta los mecanismos de regulación del apetito.
3. Introduce cambios poco a poco.
4. Controla tus niveles de estrés.
5. Recuerda que en ambos casos es un proceso, se paciente con tu cuerpo.

Otros factores que juegan en contra

Debes tener claro que no sólo el punto fijo te va a devolver al peso por el que tanto has luchado.

Existen otros motivos, que si los descuidas te van a devolver o te van a estancar, como lo son:

• Realizar un cambio en tus hábitos de alimentación, pero en parte del camino relajarte y comenzar otra vez con esos gustitos que tanto te gustan.
• Ver que vas bajando de peso y decidir dejar de hacer ejercicio, y confiarte sólo en que la alimentación te va a mantener (puede ocurrir que dejas el entrenamiento, pero continuas consumiendo la misma cantidad de calorías y obvio vas a subir).
• Padecer algún problema hormonal no detectado.
• Tener algún tipo de enfermedad como diabetes, con la cual debes seguir una alimentación específica y un entrenamiento dirigido especial para el caso.

En resumen…

Se paciente con tu cuerpo y más si son muchos kilos los que tienes que bajar, pues es normal que se presenten temporadas de meseta o estancamiento, que es cuando el cuerpo ha activado las alarmas; pero, si tu continuas con tu alimentación saludable poco a poco va a entender que no está en peligro y que ¡lo estás haciendo por su bien!

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